Alhama en bicicleta o la movilidad inteligente

En las últimas semanas hemos observado como muchas calles de Alhama han sufrido ciertas transformaciones. Primero fueron unas bicicletas pintadas en el suelo, después algunas señales de tráfico y por último la desaparición de plazas de aparcamiento que se han convertido en tramos de carriles bici o simplemente ciclocalles.

Las reacciones ante tales cambios entre los alhameños ha sido diversa. Mayoritariamente se aprecia un sentimiento muy positivo y estas pequeñas infraestructuras para favorecer los desplazamientos en bicicleta han sido muy bien recibidas. Ya desde las primeras actuaciones se ha observado un incremento de personas que han optado por el uso de la bicicleta en sus desplazamientos por Alhama.

No obstante, y sobre todo en las dos últimas semanas, algunas voces se han alzado en contra alegando que son un gasto innecesario y superfluo en tiempos de crisis.

Como aludido, me siento en la obligación de contestar a esas voces, que si bien son minoritarias, sí son muy ruidosas y, a mi juicio, equivocadas.

En primer lugar, lo que estamos viendo en las calles es el resultado de un estudio que dio como fruto el Plan Director de la Bicicleta que es el documento que viene a plantear cómo introducir la bicicleta como medio de transporte habitual en cualquier ciudad, en detrimento del coche. No es un plano de carrilles bici y asume que es posible que el coche y la bici compartan la calzada en condiciones seguras. Sencillamente no es posible, ni conveniente, ni necesario hacer carrilles bici de todos sitios a todas partes.

No se trata pues infraestructuras de uso lúdico para pasear con la bici los domingos, sino elementos de ordenación del tráfico rodado que aseguren unos mínimos de seguridad a las personas que deciden dejar aparcado el coche y desplazarse en bicicleta. Recordemos que cuando una persona decide ir a trabajar en bici en lugar de hacerlo en el coche, presta al resto de los ciudadanos una serie de servicios tan valiosos como invisibles. En primer lugar reduce el tráfico y la peligrosidad de nuestras calles. En segundo lugar, la bici es silenciosa, no contamina el aire que respiramos (la polución es causa de la muerte prematura de más de 350.000 personas al año en toda Europa) ni emite CO2, principal responsable del cambio climático que cada vez sufrimos de forma más palpables. En tercer lugar, ocupa muy poco espacio público, tanto al rodar como al aparcar, espacios que el coche robó a las personas de una forma injusta y poco democrática, pues la mayoría de habitantes de la ciudad no son conductores (personas mayores, niños…).

Y podríamos seguir con una larga lista de ventajas del uso de la bicicleta frente al coche: beneficios económicos, salud individual y colectiva, mejora de la imagen urbana…

Pero es que además, las obras del Plan Director de la Bicicleta están subvencionadas por programas externos al municipio, por lo que es erróneo pensar que suponen un “gasto innecesario para los alhameños”.

Y esto ha sido fruto del trabajo de personas de la administración municipal  capaces y comprometidas. Yo mismo, como integrante de la asociación Murcia en Bici hice llegar en 2008 a los Ayuntamientos de Murcia, Alcantarilla, Molina de Segura y Alhama de Murcia un dossier de propuestas de la citada asociación respaldado con la convocatoria de las ayudas del Ministerio de Fomento para la ejecución de tales actuaciones relacionadas con la movilidad sostenible. Las propuestas tuvieron distinto grado de recepción según el municipio, siendo nula la respuesta en Alcantarilla, mediocre en Molina, aceptable en Murcia e inmejorable en Alhama.

Todo hay que decirlo, Alhama se ha convertido en el primer pueblo de España que ejecuta un Plan Director de la Bicicleta, poniéndose a la altura de grandes ciudades como Barcelona, Sevilla, San Sebastián o Vitoria y, desde luego, la primera localidad de la Región de Murcia, adelantando incluso a Murcia capital.

Para los que observamos Alhama “desde fuera” este es un pueblo diferente dentro de la Región. Un pueblo inquieto, activo y capaz, que está por delante en muchos aspectos, a la media de la Comunidad Autónoma.

Seguro que el Plan Director de la Bicleta es mejorable, pero no es el fin, es un comienzo. Y es un lujo poder disfrutar de él y de estar a la altura de Europa en este tipo de cosas.

Es el momento de cambiar la forma de desplazarse por Alhama. Ya no hay excusas para no moverse en bici: es más barato, más rápido, más sano y más ecológico y desde ahora también es lo suficientemente seguro.

Ángel Silvente Ortega.

Ingeniero Químico.

Miembro de Murcia en Bici e intergrante de Alhama en Transición.

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